El poder del movimiento: cómo el baile mejora la vida de las personas con Parkinson

La ciencia lo confirma: el baile no solo es arte, también es terapia. En los últimos años, programas especializados como Danza para el Parkinson han demostrado que el movimiento consciente puede mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad neurodegenerativa.

“El baile reúne todos los elementos que pueden beneficiar a los pacientes con Parkinson: extensión, flexibilidad y movimiento consciente”, explica Damara Ganley, bailarina profesional e instructora certificada en esta modalidad. Y es que la danza combina lo mejor del ejercicio físico, la estimulación cognitiva y la conexión emocional, factores claves para contrarrestar los efectos del Parkinson.

La enfermedad de Parkinson afecta a más de 10 millones de personas en el mundo. Sus síntomas —rigidez muscular, temblores, lentitud de movimientos y pérdida del equilibrio— hacen que actividades cotidianas como caminar o vestirse sean un desafío. Sin embargo, la ciencia ha encontrado un aliado inesperado: la música y el movimiento rítmico.

Estudios de neurorehabilitación muestran que el baile estimula la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales. Esto ayuda a mejorar la coordinación, la postura y el control motor. Además, la sincronización con la música activa regiones cerebrales vinculadas con el placer y la motivación, liberando dopamina, un neurotransmisor cuya falta es precisamente una de las causas del Parkinson.

Durante una sesión típica, los participantes realizan ejercicios de estiramiento, movimientos circulares y secuencias coreográficas al ritmo de melodías suaves. Cada gesto es una oportunidad para reconectar con el cuerpo. “Los bailarines se entrenan para conectar con su cuerpo de forma consciente, y los pacientes con Parkinson también aprenden a hacerlo”, dice Ganley. En estas clases no hay juicios ni comparaciones, solo acompañamiento, arte y ciencia en movimiento.

El resultado es sorprendente: mejor equilibrio, más agilidad y una notable mejora en el estado de ánimo. El cuerpo se siente más fluido, más en sintonía con el ritmo y con el entorno.

Casos como el de Sherry Brown, terapeuta y participante de estas clases, demuestran que la combinación de tratamientos médicos, fisioterapia y baile puede cambiar la percepción de la enfermedad. Después de años de rigidez y caídas, hoy Brown puede volver a ponerse de puntillas, mantener el equilibrio y moverse con libertad. “Siento que mi cuerpo está más rítmico y coordinado. Es sutil, pero real”, afirma con una sonrisa.

Su historia es testimonio de cómo el movimiento consciente puede abrir un nuevo capítulo en la vida de quienes conviven con el Parkinson: uno en el que el cuerpo, la mente y el alma se encuentran de nuevo al compás de la música.

El baile para personas con Parkinson no es solo una actividad recreativa; es una herramienta terapéutica basada en evidencia científica. Combina los beneficios físicos de la fisioterapia, el poder emocional de la música y la conexión social del arte. Cada paso es un mensaje: el movimiento, cuando se vive con conciencia, tiene el poder de sanar.

Fuente: STANFORD MEDICINE MAGAZINE

Fundalianza promueve bienestar y arte en personas con Parkinson a través del baile, el canto y la pintura

El arte y el movimiento se convirtieron en medicina para el alma y el cuerpo. En el marco de una jornada dedicada a las personas diagnosticadas con enfermedad de Parkinson, Fundalianza participó activamente con sus pacientes a través de presentaciones de baile , coro y pintura, demostrando que la creatividad y la expresión artística son también formas de rehabilitación y esperanza.

El evento destacó la importancia del arte como herramienta complementaria en la terapia del Parkinson, una enfermedad que afecta el movimiento y la coordinación, pero que responde positivamente al ritmo, la música y la estimulación multisensorial. “El baile activa los circuitos neuronales relacionados con el equilibrio y la marcha, mientras que el canto y la pintura estimulan la memoria, la emoción y la motricidad fina”, explicó el doctor Germán Giraldo García, especialista en neurorehabilitación.

La participación de Fundalianza reflejó su compromiso con la inclusión social, la salud mental y la calidad de vida de las personas con Parkinson, alineándose con el Acuerdo 33 de 2015 del Concejo de Medellín, mediante el cual la ciudad adoptó la Política Pública Integral de Protección a las Personas con Parkinson, convirtiéndose en pionera nacional en atención digna y humana.

Estas iniciativas, que combinan ciencia y arte, reafirman el liderazgo de Medellín y de Fundalianza en la promoción de espacios de bienestar, sensibilización y participación activa. A través del baile, la música y la pintura, los pacientes no solo rehabilitan su cuerpo, sino que también recuperan su confianza, su voz y su alegría de vivir.

La actividad física en el Parkinson es muy importante, porque con el ejercicio la persona diagnosticada con la enfermedad, mejora la fuerza muscular, el equilibrio, la marcha y la postura; regula el peso corporal, mejora el estado de ánimo, el sueño y las funciones cognitivas, reduce o previene la fatiga, el desgano o los dolores.

También previene o ayuda a reducir el riesgo de accidente cardiovascular y cerebrovascular, de
osteoporosis o fracturas relacionadas con las caídas. Igualmente ayuda a mejorar la digestión, reduciendo el estreñimiento, frecuentemente presente en personas con Parkinson.

Estos son algunos ejercicios suaves para hacer en casa:

Movilidad del cuello

Inclinación lateral (10 veces)

1. Mire hacia adelante, con el cuello recto. Inspire.

2. Espire mientras inclina la cabeza hacia un hombro.

3. Vuelva a la posición de partida e inspire de nuevo.

4. Espire al inclinar la cabeza hacia el otro hombro.

Rotación (Repetir 10 veces)

1. Mire hacia adelante, con el cuello recto. Inspire.

2. Espire girando la cabeza al máximo hacia la derecha.

3. Vuelva a la posición de partida e inspire de nuevo.

4. Espire girando la cabeza al máximo hacia la izquierda.

Flexión (Repetir 10 veces)

1. Mire hacia adelante, con el cuello recto. Inspire.

2. Espire llevando el mentón al pecho.

3. Vuelva a la posición de partida e inspire de nuevo.

 4. Espire llevando la cabeza hacia atrás.

Movilidad del torso

Rotación sentado (repetir 10 veces)

1. Siéntese en una silla, con la espalda bien recta.

2. Junte sus manos a la altura de la la cintura, con los brazos ligeramente flexionados.

3. Inspire.

4. Espire llevando los brazos hacia la derecha y girando la cabeza hacia el mismo lado.

5. Inspire y lleve otra vez las manos al centro.

6. Repita el movimiento hacia el lado contrario.

Rotación acostado (repetir 10 veces)

1. Acuéstese en el suelo, boca arriba

2. Doble las rodillas dobladas y apoye los pies en el suelo y los brazos extendidos en cruz. Inspire.

3. Extienda los brazos en cruz

4. Inspire mientras lleva las rodillas hacia un lado, hasta que toquen el suelo.

5. Lleve otra vez las rodillas al centro e inspire.

6. Repita el movimiento hacia el lado contrario.

Para mejorar la postura

Ejercicio 1 (repetir 2 a 5 veces)

1. Párese derecho, con la espalda contra la pared. Estire los brazos y póngalos en forma de cruz, con las palmas de las manos contra la pared.

2. Presione contra la pared su cadera, espalda, hombros, nuca, codos y palmas de las manos.

3. Presione con las palmas de las manos lo más fuerte que pueda contra la pared y cuente hasta 10.

Ejercicio 2 (repetir 2 a 5 veces)

1. Párese mirando un rincón.

2. Coloque las palmas de sus manos en cada una de las paredes que forman el rincón, a la altura de su pecho.

3. Presione la pared con ambas palmas y camine lentamente hacia adelante y cuente hasta 10. Debe sentir cómo se estira el pecho y los hombros.

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